Bien decía el abuelo: la explicación más sencilla siempre tiende a ser la acertada, de ahí se deducen dos enunciados ciertos:
1)El abuelo casi nunca era propietario de sus lemas.
2)La sencillez no es un atributo del sistema.
La primera me hace gracia; pero la segunda, esa intrincada manera en la que se envuelven papeles dentro de papeles y se dan regalos sobre-envolturados*, induciendo la falaz creencia de que el regalo es gigante, cuando al final obtenemos un diminuto resultado.
Esa me hace temblar por las noches cuando cierro los ojos y pienso en el resultado del día, en verdad ha servido, o me dedique completamente a envolver envolturas(sobre-envolturar elementos abstractos), que terminan en manos ansiosas, que desgastan cada capa, que se quedan en calzones, que se desentienden, que....
*Del verbo envolturar: cubrir un objeto sin razones de fondo.
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