Extracto de: "Juguemos a ser dioses"

Uno no vive, finge vivir, uno no espera, finge tener la esperanza, uno no canta, grita para sus adentros, uno no sufre, finge sufrir para que el rostro ajeno pueda ver un símbolo de importancia, que también hay una preocupación por el mundo y la vida de los demás y que importa tener hambre y ser miserable, y no encontrar trabajo, no haber aprendido nunca a leer y por supuesto haber perdido toda ilusión de infancia.

Y uno no sufre, el mundo sufre, los objetos sufren, los animales nos sufren, pero uno puede negarse, crearle al sufrimiento la máscara correcta, crearse deseos intangibles, sueños simbolizando la imposibilidad, uno extraña cosas que bien sabe nunca vivió, y tiene nostalgia por los lugares en los que nunca estuvo.

Uno no juega a ser dios, es dios al nacer.