Cientificidio.

Estudios recientes demuestran que los científicos y la ciencia misma no tiene las armas suficientes para demostrar de forma concluyente aquello que experimenta.

Científicos aseguran que otros científicos no pueden refutar esta teoría, y que por más que sigan experimentando sus resultados tarde o temprano serán refutados, contradichos y olvidados.

Ahora los científicos tendrán que pensar en una mejor profesión, algo más fructífero que la invención de conclusiones absurdas e inútiles datos de campo.