La noche de espalda.
Espalda con espalda dormimos en la miseria, espalda con espalda, calientes arrogantes y distantes, espalda con espalda, las lunas y soles son eclipses cegadores.
Espalda con espalda aprendimos a mentir, a tendernos hasta el otro día, a renegar, a ser queja constante.
Y así, espalda con espalda nos habremos de despedir, habremos de caminar hasta el final de los senderos.
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