Desde atrás.

Al final sabes que todo recuerdo es violado y destruido por la imaginación. Sabes que todo momento vale por el recuerdo que deja, la marca del tiempo.

Al final sabes que todo momento no es presente, sino pasado inmediato, y por lo tanto historia del momento vivido. Sabes que todo momento vivido no es más que la interpretación de este tiempo y este espacio al antojo de tus sentidos.

Al final sabes que tus sentidos son subjetivos y que allí habita la realidad. Sabes que la realidad objetiva es inalcanzable con los burdos sentidos que Dios nos ha dado.

Y si Dios nos ha dado algo bueno, eso es la posibilidad del recuerdo. Recuerdo con el que ahora te rehago imaginando.