De altivo a humilde.

Camino calle abajo, pasos debajo de la acera, la cabeza levantada, sin camisa puesta, con pantalones a media nalga. Voy calle abajo, no miro los rostros, mis ojos pasan de ellos, miro el cielo, el que lejos me espera delante de mí.

Camino calle arriba, piso la banqueta con zancadas cortas, con la cabeza abajo, de oídos sordos, con camisa bien fajada. Subo por la amplia avenida, los carros arrastran el polvo a mi cara, chocan con mis hombros, no digo nada, mi pensamiento fijo y  la mirada en el piso.

Calle abajo soy temido, soy arma en potencia, soy yo.
Calle arriba soy omitido, soy presa, soy yo.