Instrucciones para crear un instructivo.

Aliste su mente, ordene las ideas, coloqué un bolígrafo entre sus dedos o encienda la computadora minutos antes de iniciar el proceso.

Permítase despegar la imaginación de las hojas plegadas por el agua y el óxido del tiempo, deténgase a pensar en la infinidad de posibilidades y en las tantísimas formas de ordenar un método, listo, ahora podrá iniciar su pensamiento, déjelo fluir como marejada, a manera de tormenta o de una incesante escape de palabras sueltas; si la ciencia nació de meras coincidencias, su instructivo podría tener la misma suerte.

Ahora que ve aquella lista precaria y dudosa sobre el cómo hacer algo, vaya a la fotocopiadora más cercana, adjúntela en un correo o simplemente publíquela en la red virtual de su agrado, siéntase confortado, habrá repartido un cachito significativo de su mente en un medio insignificante del mundo.
(…)
Alto allí, si creía que sería todo tan simple y escueto, falta aún agregar la mejor parte.
Arranque su corazón, extraiga de sus recuerdos más dolosos y alegres toda la nostalgia posible, métala en una bolsa negra, sí, esa donde solía poner lo "inservible" de la vida, agítela con fuerza una y otra vez hasta que caiga de rodillas, ahora allí tirado en el suelo con el sudor en la frente deténgase a pensar - "qué vale la pena", allí en el fondo de sí mismo usted encontrará el instructivo de aquello que siempre quiso decir.

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