Madrugada.

 Era de noche, sudaba y el sonido de la lluvia venía desde la ventana.

Quité la manta de mi cuerpo, me tallé un ojo y después el otro, quise mirar el techo en la oscuridad, dibujar un rostro en el tapiz blanco.

Recordé el contorno de sus ojos, su nariz, la forma de su boca al reír, sus brazos, sus piernas, su pelo derramado sobre sus hombros, quise recordarla para tenerla ahí, la extrañé.

Giré en la cama, rescaté la sábana del piso y me volví a cubrir, cerré los ojos esperando olvidar aquel rostro, para olvidar que la extrañaba.

Un aire perfumado cubrió mi aliento, un brazo tibio cruzó mi cintura, una pierna se enredó con la mía, un cuerpo se pegó al mío, sus labios dieron con mi cuello, entonces supe que seguía allí, entonces pude volver a dormir.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
No sabes cuántas veces he intentado dejarte un comentario. Tal vez sólo es suerte, quién sabe qué pasará que no logró que se publiquen.

Todo esto para compartirte que a ratos deseo que seas mi recuerdo de madrugada.
Vh swich ha dicho que…
No lo dejes de intentar.
Gracias.

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