Esa palabra. (3)

El amor como una piedra en el riñón. Se forma de apoquito, sin sentirse y sin saberse, con la ligera sospecha de que algo se está haciendo mal, de que hay que tomar más agua, hacer más ejercicio, que se tiene la obligación de salir de ese ciclo vicioso. 

El amor como una piedra en el riñón, duele tanto al salir, si no es que se queda atorada a la mitad, allí donde el dolor dobla y dobla hasta suplicar ayuda.

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