La naturaleza no se niega.


A esta altura tenemos las manos que no nos sirven para nada que no sea tocar el agua y el aire en su rápido paso por el mundo. Tenemos una mente cerrada al consiente colectivo y lo que le puede servir a este, tan envejecido mundo.
Tenemos las palabras que no son armas, tenemos los gritos, quizá el dolor, la furia y aquello que nos hace crujir los dientes cada mañana, la que nos recuerda porqué estamos tan enfadados, lo que nos recuerda porque estamos tan heridos, porque odiamos, y porqué queremos vengarnos.

Y a todo esto ¿Hay alguna arma que nos pueda hacer libres?
Si el orden es tan solo interpretable en nuestra mente y en nuestra  carrera burbuja, si ese orden existe en nuestra mente, ¿no es que las cosas marchan bien? ¿Esto no significa que todo sigue su marcha cotidiana, lo que se podría llamar la normalidad?
Y si todo es bello, si todo se trata de motivación, de alegría, de salir a dar lo mejor cada uno de los momentos y días, vivir la noche como la última y la mañana como la primera, ¿no se trata de eso la belleza?
¿Por qué no contemplar el nacimiento de los seres queridos y despedirlos en la puerta con la cara repleta de emoción, emoción porque alguien es grande, porque no despedirlos allí en la tierra mientras recordamos los buenos momentos, porque no despedirnos de los desaparecidos con la alegría de qué nosotros seguimos vivos.

Y acaso no hay cientos de cosas que nos ayudan a superar aquellos males, que no se supone que debemos luchar por siempre vivir en las mejores condiciones posibles, terminar los estudios a toda velocidad, conseguir un buen empleo, eso sí, que te haga sentir feliz, y si no lo hace entonces tendrás que obligarte a ser feliz., obligarte y a la fuerza, y esta época moderna está llena de esa auto-esclavitud.


Pero para, para, para. Deberíamos mirar todo lo malo, ve allá afuera de la ventana, allá donde tienes el amanecer y en el cielo unas figuras con las nubes magníficas, acércate a es mar de siete colores, mira las figuras de la naturaleza, respira el aire puro del campo y luego recuerda las balas que atraviesan esos territorios tan hermosos y las personas que son presas, mira el mar de un color, el negro potente del crimen petrolero. Mira allí en el suelo contaminado, respira el aire seguro de la ciudad, mira los grandes edificios e ídolos de la ciudad.
¿Y ahora quienes son tus héroes? ¿Musk, Gates, Jobs, Zuckerberg?
¿Crees en la superación del yo mediante la fuerza de la voluntad? ¿O prefieres la naturaleza de tu ser y mirar a tu interior? ¿Prefieres no preguntarte nada y seguir los días tal cual vienen dados? Continuar con este paso por el resto de la vida, como si la vida fuera un regalo.
Y seguirás respirando este aire contaminado por tantos años. Pero vamos, no veas el caso negativo.
¿Que acaso no darías una parte importante de tu tiempo por reparar este error? ¿No te gustaría lanzarte a la calle con antorchas y pedir la libertad de todo aquello que parece perdido? Vengar los cuerpos perdidos, acabar con los abusos, terminar con el tirano, eliminar la maldad y todo lo que jode a las familias y las llena de lágrimas. ¿Cuánto darías por poder acabar con lo jodido de este mundo?

¿Y si supieras que tú eres quien está jodiendo al mundo? ¿Serías capaz de acabar contigo?
¿Fuerza de voluntad o contemplación pacífica? (Siempre hay más de un color)

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