Delirio Ambulante (1)
[espejo]
[...] Se acerca de nuevo, hay algo de placer en todo ello, una mueca despreocupada, sus mejillas rojas, su aliento de fruta fresca, es el crujir de la cama, nuestro desprendimiento instantáneo que me deja ver sus grandes ojos frente a los mios, mi cuello atrapado por su mano, su boca apretando fuerte mis labios y hay un millar de puentes creados por su saliva en la forma tan peculiar de morder y comer, acción magnánima perpetrada desde esos dientes que no paran de gustarme.
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