De la extinción de la vida y otras prácticas en desuso.
Se cuenta que dentro de algunos
años, no muchos, los mismos que te tomaría aprender otro idioma mientras
trabajas, mientras sigues yendo a esas fiestas absurdas con tus amigas, donde
seguro conquistan hombres, donde los miran de reojo y con el pelo sobre la
cara, para que luego vengan caminando desde la barra y las tomen por la cintura
para llevarlas a bailar, para hacerles el amor por la noche, para despertar
arrepentidas, mirar al mundo que no duerme como ustedes tampoco han dormido.
Y en tan pocos años parecerá que
el agua comenzará a ser un problema, y la sobrepoblación. Entonces quizá venga
otra guerra. Y yo gritándote a la puerta las cosas que no quieres escuchar y yo
diciendo que es mejor una vida espiritual, pidiéndote que abandones tantas y
tantas noches de fiesta, que dejes de tomar, que dejes de fumar, que dejes de
inhalar.
Leí en un artículo conspiranoide
que ya hay autos que no requieren ningún tipo de combustible fósil entonces
quizá sea posible que todos combinamos en algunos años con autos voladores de
celdas solares, algo tan raro que la pelea por el petróleo no será necesaria y
veremos esos mares contaminados curarse algún día, y la playa pegada a tu piel,
tu piel tan delgada, tú tan delgada y tus amigas corriendo por la playa,
rosando las olas de una tarde de vacaciones. Sé que estarás sumergida en el
mar, sé que nadaras como sirena ,y luego las fotos recostada en la palaya, con
la arena espolvoreada en las piernas, allí el sol en lo alto hará brillar ese
café claro de tus hombros, y querré tocarte tanto como quiero tocar el sol,
quemarme en él, ser uno contigo.
Quizá en algunos años nos
atreveremos a protestar por la mierda de esclavitud en la que vivimos, si tan
sólo tuviera el valor de salir a la calle, de tocar tu puerta, de dejar de
perseguirte cada tarde, de seguirte hasta la playa, de noche en la ciudad, si tan solo dejara de buscarte
debajo de cualquier piedra, oh destino, si tan sólo dejara de buscarte debajo
de cualquier piedra.
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