Una vez por la vida.

Las personas al rededor aseguraban que él sufría de alucinaciones, un sicólogo que salía de una butic obserbo la situación y no dudó en confirmar lo antes mensionado, la policia llegó y acordono el área, las cámaras y sus flashes ya rodeaban el lugar.

Hicierón preguntas, una señora de edad mayor intentó levantarlo sin resultados, aquel hombre permanecía con una expresión que causó la intolerancia de la policia que no tubo más remedio y llamó a la guardia civil, aquellos, asustados ante tan inusual situación no tardarón en llamar al presidente; la mágnitud de los hechos sobrepasarón su capacidad, entonces el presidente se suicido.

El caos se disipó cuando aquel hombre admitió que se equivocaba౼podemos seguir viviendo así౼dijó antes de marcharse por su porio pie. Nadie quedó del todo convencido, pero los suicidos y el escandalo debían ser remediados, entoces esa fue la solución.