De lo oculto.

Duerme en mí, camina a mi lado, es una sombra, una vestidura, la última y la primera gota de sangre que fluye por mi cuerpo.

En la obscuridad del deseo hedónico se unifica en mi cuerpo, la visto en cada escusa protectora, y se agita dentro de mí cuando el corazón arde en rabia, en descontrol.

En cada respiro puedo sentir mi lado oculto, Mr. Hyde duerme ahora, es su letargo el alimento de mi cuerpo, por cuánto tiempo podré resistir, cuánto pasará hasta verlo de nuevo, hasta mirar el espejo y darme cuenta de que ha tomado el control, de que es ahora él quien domina, pero cuánto habrá que esperar hasta que mi voluntad se doblegue y vuelva a ser ese "yo", la despreciable sombra, el manto protector, la sangre envenenada.