Persecuciones silenciosas

La perseguí por un par de minutos que se volvieron décadas. La perseguí por lo que duró mi adolescencia. La perseguí por laberintos. La perseguí hasta agotar las sendas, los caminos y las estrellas. La perseguí y cansado me rendí. Cuando yacía de espaldas al piso la vi saltar sobre mí, la vi correr y correr hasta desaparecer en la bruma, entonces me levanté y la perseguí por lo que duró el resto de mi vida.

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