Conversaciones.
Nunca se contesta lo que se pregunta, se contesta lo que se desea. Cada pregunta abre en el otro una ventana a lo que está pensando, a las posibilidades de su mente, a sus deseos (si se sabe leer) más profundos, más obscuros.
Un "sí", un "no", dicen más de lo que de ellos se puede escuchar.
Un "sí", un "no", dicen más de lo que de ellos se puede escuchar.
Comentarios