La sobre-exposición de la razón.
Introducción
¿Cómo se relacionan los objetos de la razón? Podemos entender
que el mecanismo de la razón tiene una función de supervivencia. Así los medios
por los cuales el cerebro consigue unir ciertos trozos de eventos y
caracterizarlos nace del fondo utilitario y no trascendente. El tiempo y la
evolución de este órgano de la razón ha permitido tocar los límites y con ello
jugar una y otra vez.
La razón entonces se vuelve una máquina que se retroalimenta
para causar olas de pensamiento que tienden a derribar los límites. Pero habiendo
ya un límite impenetrable de la razón es por demás imposible derrumbarlo, es
allí donde se despliega el juego de la verdad, la verdad ante los límites de la
razón tienen una función imperativa en el ser humano y su sociedad.
La idea de la verdad.
La verdad trascendental se basa en la creencia, así cualquier
religión que temporalmente se juega el término de verdad, apuesta por sus
razones para explicar el mundo y oprime, al grado de destrucción ideológica,
aquellas que no se adaptan a su versión.
La verdad está al servicio del poder y es el poder es de
quien la detenta.
Pero aquí surge un elemento de contraposición, la verdad
enmascarada tiene sus detractores que persiguen alguna otra creencia, o lo que
ellos consideran la verdad, ellos son y serán tratados como mentirosos siempre
que su verdad no sea expuesta como algo generalizado, quizá serán expuestos al
grado de la locura.
Una tierra plana, un único dios, la salvación eterna, el
elegido, el control mundial, la inexistencia de tolo cielo y toda verdad. Todas
ellas son verdades provisorias vestidas de algo más.
El enfoque no está en si una verdad es o no valida, es o no la
verdad. La atención debe de ser puesta en lo que despliega esa verdad;
de qué armas es dotado aquel que tiene la verdad y qué mecanismos activa dicha
verdad, su imposición, su debate.
La razón es el alimento de las verdades, las dota de certidumbre,
y opaca su composición. Así para un país capitalista la verdad es la mancha
dejada por la pobreza y marginación tecnológica del Socialismo; y para un país Socialista,
la mancha es la degradación del ser por la materia, el consumo desmesurado del
mundo y la perversión física e intelectual a la cual está expuesta la sociedad
Capitalista. Las dos juegan una pelea por saber quién es poseedor de la verdad,
y al mismo tiempo cada uno se justifica en la razón, en las teorías económicas,
en los ejemplos de lo que una sociedad ha conseguido en contraposición a la
otra.
Y se podría pensar que la verdad se encuentra en la mezcal
de las dos, pero la realidad es que cualquier sistema que trate de llevarse a
la práctica siempre beneficiara a unos y no a otros, la verdad que ostente la
mezcla de las verdades terminara por imponer una nueva forma de concepción que
no cerrara la brecha; aunque todavía existe la esperanza de frenar la
extinción.
La idea de la verdad
como hecho eficiente.
El problema fundamental de la verdad nos se encuentra en la discusión de cuál de ellas es más
válida y por lo tanto definitiva, se encuentra en los hechos que despliega el
apego a esa verdad, es entonces que
se podrían tomar verdades relativas para que cada una de ellas despliegue en
las personas el sentido eficiente, lo que se busca como satisfactorio o como
sentido de la vida.
Si tomamos en cuenta que la verdad define a nivel social lo
que el sentido de la vida tiene para cada cual, sería absurdo pensar en que la
verdad podría ser tomada desde antes, es decir, que el ser en su paso por la
vida primero definiera sus verdades y luego tomara éstas para trazar el camino
de su voluntad. La verdad social
antecede al ser, y por lo tanto lo planta en una lucha, ya sea una lucha
interna por creerse esa verdad, o una lucha externa para derrocar esa verdad y
afianzarse a la idea contraria, a una idea divergente que al mismo tiempo es
algo ya dicho, una verdad que se ha ido trazando por el tiempo.
Sí la verdad
guarda un sentido de eficiencia en la sociedad, si es el arma más útil para coaccionar
los mecanismos de la guerra y la paz, ¿Cómo podemos liberarnos del peso de la
verdad? ¿La consciencia de que ella puede o no puede ser algo definitivo, como
vencer la incertidumbre del ser?
Aquella incertidumbre es algo innato del humano y por lo
tanto no podemos deslindarnos de ese pensamiento, no nos queda mucho camino por
andar hacia ese campo. Hay otros caminos, hay otras acciones: Hay algo más que
razones en este mundo tan sobre-razonado.
Comentarios