Tiempo de libertad
¿Quién sirve a quién? ¿De qué se trata el juego?
Tantos medios, tanta propaganda, tantas mentiras teñidas de
mentiras que hasta la verdad de la mentira ha perdido su fuerza y validez. Ya
no se cree en quien dicen que miente, ya no se cree en quien dicen que tiene
algo de verdad. Una nota develada detrás de la nota que trataba de develar lo
que se había develado, y en cada palabra carecen de decencia, del mínimo de vergüenza
humana.
Y lo que cuenta es que estamos ante la normalización de la
estafa, la naturalización de unos medios cubiertos de una gran cortina.
Hemos llegado y alcanzado el temor de la sucesión, sin
esperanza, uno a uno se van destruyendo y desenmascarando para dejar hasta el
hueso aquello que desde hace años se había empezado a podrir.
Y aun así nos despertamos cada mañana, caminamos hasta el
trabajo o la escuela, y pretendemos que todo está bien, que todo estará bien.
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