Palabras sueltas

Hay que ser otro mundo para construir coherencia con palabras, quizás sea que casi nadie sabe navegar los mares mas peligrosos de las palabras, y de esos pocos que poseen el don solo una minoría logra llegar a el lugar que pretendía antes de salir.

Pero alguien que escribe de como se debe de escribir hasta cierto punto resulta ridículo o paradójico. Lo cuestión radica en que si yo escribo diciendo que soy un buen escritor, no lo demuestro en nada, pues solo escribo para decirlo. Y así deslizarse hojas enteras en la espera de que tal vez alguien descubra que esto es bueno.

Es como el deportista que sentado tomando una cerveza habla de lo bien que lo hace, de lo profesional que es y de como tendría que ser un buen deportista.

Claro al final la gente es la que juzga y prejuicia,y todo esto al final tiene tan poco valor, pues se trata de subjetividad, y la subjetividad del conjunto resulta ser la objetividad que termina permeando todo, entonces no habría porque preocuparse por ser bueno o malo escribiendo o viviendo, al final todo queda a tela de juicio de un grupo de analfabetas queriendo decidir cual es el mejor escritor.