Un viaje

En un extraño viaje, llego a la cúspide del deseo oculto, la sintuosidad vivaz de contrastes, con una sola idea, desaparecer.

Entonces es cuando me convierto en polvo, con cada ráfaga de ese viento misterioso al amanecer, y todas las partículas de mi cuerpo se diluyen como granos de azúcar en un vaso de agua, y floto, lo suficientemente alto para sentirme parte de un todo y al mismo tiempo ser millones de partículas esparcidas en el viento. Siento en cada molécula de mi ser ligeras gotas de lluvia y al mismo tiempo siento el viento, cae sobre mis millones de granos de polvo una nube de vapor, una ligera niebla cálida que me hace sentir tranquilo.

De pronto como venido de la nada, se unen cada una de esas partículas de polvo, todas ellas se forman en aves, como la regresión de una película donde una parvada de aves es desintegrada, entonces se forma un nube estrecha e inmensamente larga de aves que soy yo, y que flotan y navegan en linea recta sobre el cielo, una linea de aves que recorre el cielo, sin limites, elevándose por todo el cielo.

Entonces poco a poco esas aves chocan una con otra hasta que me forman de nuevo, el yo de cuerpo entero, ahora más libre ahora muy alto en el cielo, entonces caigo sobre la rama de un árbol gigantesco, un árbol de 100 metros y me siento sobre una rama a contemplarlo todo desde las alturas. Puedo sentir el vértigo, presenciar la danza sin descanso de todas las personas que diminutas como hormigas y como pulgas danzan por debajo de mis pies y de este árbol gigantesco. Y desde lo mas alto puedo sentir caer el atardecer, ver como poco a poco el sol se oculta, y cada minuto se extiende y decrece, cada minuto se convierte en segundos y el sol avanza lento pero también se queda quieto siempre en el mismo lugar.

Y de un momento a otro decido dejarme caer y me voy para atrás, de espaldas caigo rápidamente y en mi estomago millones de mariposas revolotean, insectos recorren todo mi cuerpo creando la máxima sensación de vértigo, de libertad, de liberación, y caigo tan rápido y soy tan feliz e ese instante.

Abajo de mi, justo por debajo de ese árbol nacieron plantas de algodón, un kilómetro de plantas de algodón que forman una cama gigantesca, de color blanco, de un brillo impresionante. Caigo sobre esta cama y me quedo recostado, observando los últimos destellos de la luz del sol y guardo silencio, pues la inmensidad de las nubes y del cielo me han dejado sorprendido, y las nubes forman figuras, figuras parecidas a gente, una figura de un perro, la figura de un rostro viejo, un dragón que se come a otra nube con forma de nube, y todo eso sobre mi, y todo eso es tranquilidad.

En cuestión de segundos la noche llega, y todo es obscuridad, todo esta eternamente negro, no veo mas allá de mi propia nariz, no veo nada, y en ese preciso instante justo antes de sentirme absorbido por la mas grande obscuridad surge un punto azul en el cielo, y de pronto uno mas, y así en una secuencia de armonía, y en cada estrella nace un sonido, un sonido pequeñísimo que me hace sentir en una orquesta, antes de darme cuenta, el cielo estaba tan iluminado que todo este algodón sobre el que estoy recostado empezó a brillar en un verde impresionante.

Entonces me pregunto donde estarán esas aves en que me convertí, ese polvo en el que me desvanecí, y aquel árbol desaparecío y la melodía de las estrellas se ha apagado, y sol queda esto, el cielo mas brillante, la esperanza de poder volar hasta la mas lejana de esas estrellas y descansar con su calor. Sierro lentamente los ojos e imagino que floto, que soy agua evaporándose, tras un corto tiempo de haber flotado, abro de nuevo mis ojos y me desvanezco en el universo. 

Comentarios

レオン ha dicho que…
muy buena amigo felicidades sige asi de verdad saludos

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