Repetibilidad.

Camina hasta el árbol a la orilla de una pradera, hojas verdes, el sol apenas creciendo desde un fondo puro, sin montañas, donde se puede apreciar claramente la curvatura del planeta.

Se sienta bajo el árbol, flexiona las piernas colocando una sobre la otra, las manos en una posición de soltura sobre las piernas, la mente drenando todo pensamiento y luego concentrado en la contemplación de propia figura llegando a la pradera, acercándose a un árbol de hojas verde brillante, el sol dando de lleno en su piel, sus piernas siendo flexionadas y colocadas una sobre la otra, las manos posicionándose cómodamente sobre éstas, la mente descansando y apuntando en concentración la imagen de sí mismo llegando a una pradera donde un árbol de hojas verde brillante le espera, el sol ocultándose, flexiona las piernas y las coloca simétricamente con respecto a su centro, las manos sobre las piernas, su mente limpia imaginando a un hombre ... entonces viene la paz

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