Falcismo provocado.

Cada noche al cerrar los ojos imagino una y otra vez el rostro que tendría esa nueva vida, se planteo los ángulos posible, jugaba cada noche a construir un trozo del camino que andaría, indeleble éste fue surgiendo a retazos en los sueños que entes de amanecer le acontecían.

Aquella mañana se levanto, el olor le era familiar, su ropa le parecía tan cómoda, una sonrisa le persiguió e inevitablemente llegó la noche, cerro los ojos e intento recordar como era su vida antes de la felicidad.

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