De silencios a silencios.

La máquina de silencios, como pausa entre pista y pista, la máquina de silencios, un apagón a mitad de la tarde, la máquina de silencios, una mirada, un gesto, un sonido bajo, un murmullo y de pronto silencio ya no es tal, es una exigencia por el grito, por el sonido, por el encuentro con lo que guarda, porque se sabe que el silencio aguarda algo, es una acumulación de ruido que luego estallará, así son los silencios, como el aviso de una gran tormenta, como el la luz del rayo que en sus ínfimos retrasos provoca uno de los silencios más atemorizantes de la realidad viva, de la naturaleza, el estruendo del relámpago, como una máquina de silencios.

Comentarios

Entradas populares