¿De qué se esconde mi miedo?

Hay veces que las hojas en blanco me llenan de temor y los días sin nubes me llenan de intriga y melancolía.

Hay ocasiones que me envuelve la idea de no salir de esta o de cualquier habitación. Qué el aroma a hotel barato, o el aire tan común de este cuarto me es una costumbre ineludible, y como a todo escape de la costumbre siempre acude el miedo.

En ciertas ocasiones, esquivo y avaro, prefiero no mirar el futuro, o lo que queda de él. Tantas han sido las veces en las que quisiera meter la cabeza a la tierra o cubrirme hasta la frente con la manta gruesa de mi cama.

Pero a cada uno de los momentos de terror acude una vibración, y a esa vibración la llamo vida, porque el arrojarse al vació de la intensidad emocional le llamo vivir.

Qué sería entonces de todas las ocasiones y de todas las veces si el temor no me tragara para devolverme en esto que soy, la peor fobia de mi propio terror.

De mí se esconde aquel miedo y de mí huirá por el resto de la vida.