El Circuito

Él es un alago, le hace cariños a kilómetros de distancia, le ofrece la tierra y el mar sin ninguna restricción, jamás detiene los dedos, jamás detiene la cabeza.

Ella es un receptor inocuo de fraces que viajan kilómetros, y chocan nubes, tocan estrellas y van por debajo de la tierra hasta llegar a sus ojos.

Nosotros comprendemos perfectamente lo triste de su situación, son el uno para el otro, capaces de destruir está realidad. Lo triste radica en que.

Él tiene años sin salir de su habitación, duerme cuatro horas al día y jamás se despega de su computadora.

Ella engordo 20 kilos la última semana, no sabe que hacer y se detiene frente a la pantalla de su caja blanca, la ve y escribe, espera y vuelve a escribir, manda fotos de una prima que vive en la ciudad, y ya hasta adopto su personalidad.

Ellos comprenden lo triste de esta situación, pues ahí en lo mas cómodo de su silla, se parecen tanto, y se fingen otros, se sienten altos y grandes, majestuosos con lo que hacen y no son, con lo que les gustaría ser y no pueden parecer...

El circuito hace un nuevo intento por revivir a los muertos, darles la oportunidad de ser ellos, de ser otros, de ser quien quieran, el circuito no engaña, los engañados somos nosotros.

-...Y a regañadientes el circuito jamás descansa, él no cierra los ojos, siempre quieto vigila en una bandeja de entrada, en un host, esperando que los dedos caigan en sus redes y demuestren todo lo que podrían ser si no fueran del circuito...