Bajo un sueño.

Y se pierde emboscado en la desidia, acorralado por la duda.

¡Vamos! ,alguien grita desde el horizonte, ¡Vamos!, y de nuevo corre, millas y millas, sin sentir el calor ardiente sobre sus piernas, sin notar el sudor sobre su pecho, sin saber que el grito es un espejismo.

Pero aquí está cuando se detiene, la pena, la derrota cayendo sobre sus hombros, sobre el lamento, entonces el grito se convierte en murmullo, su cabeza da vueltas, el sueño regresa, y otra noche mas que pasa creyendo en la libertad.

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