Carrera conciente

No neguemos que nos han derrotado, pero tampoco aceptemos que nos importa, pues sería tan falsa la moral usada para entrevernos como humanos recíprocos, para actuar en pro de una visión natural de nuestras acciones, y creernos parte de ellos.

Que inútil es nadar ríos metafísicos corriente arriba, mismos que nacen de la fuente disuelta de la conciencia, inútil no porque sea una tarea perdida de antemano,  sino, porque en la suerte de conseguir la victoria nacerá la ligera intuición de tener que volver a empezar, siempre motivados por esa necesidad obsesiva de poseer más, adquirirlo todo, y negar que hemos sido derrotados no por alguien más, no por ellos ya, sino por el corazón roído que nos mantiene en pie.

Y grita desde el río:
Búscame debajo del agua, búscame entre las sabanas cuando aún queda calor entre ellas, pero búscame.