Desconstrucción de un retroceso.

Encender la PC como siempre, presionar el botón cuando separas las dos partes que vienen unidas como una almeja, por dentro la pantalla destella luz mientras las manos en una formación perpendicular pretenden desenmascarar la perla que dentro parpadea con las imágenes resueltas de una vida aparte, esa que entre los circuitos se va desarrollando cuando abres los ojos al finalizar la idea que te lleva a tú acción, esa que pasa por los cables en diminutos electrones que abarcan un espacio infinitamente grande -tanto como quieras pensarlo- mientras vas despertando tu mente al amanecer de una nueva idea, uniéndose al deseo de adquirir un pedazo de plástico que en la tienda anuncia desde su pantalla LCD la noticia esperada por tu condición de humano dependiente, mientras con fuerza crece en ti la noción de esperanza, y las piezas se arman con precisión de relojero, en tu mente viajan los electrones mismos que chocan continuamente en búsqueda de la solución de un problema, laz piezas van en camino desde un lugar lejano, llega a ti el conflicto, y todo comienza con un pedazo de tierra que limpias de tu rostro.


Mira de nuevo el fondo de la botella -no se les llama PC's-dice y mira al frente ese contingente de piel y huesos - esas son las otras, que idiota- concluye antes de beber de nuevo.