Palabrería olvidada.

Es decir, la capacidad humana a llegado a tan poco, me refiero entonces, a que habrá que aceptar las relaciones humanas como una expresión de las relaciones electrónicas, referir todos los gustos en un campo bicolor de monocromáticas características.

Puerco yo, que intento explicar el universo de una idea diminuta en un espacio de posibilidades saturadas de limitantes, paredes disolutas perdidas en la neblina de la falsa expectativa de poder.

Y sobre las cosas el fascinante estudio de mercado, las ideas también se pueden vender.

Comentarios

Entradas populares