Cuando alguien viene a pedir y simplemente no lo puedes dar.



Mentiría siendo discreto, guardando silencio a esta afrenta.

Sé tu moral [perturbada], las tretas y mañas despiadadas a su uso.
Conozco tu truco, más no tu pensamiento en el momento mismo en que niego esa ofrenda, la misma que pides de imprevisto.

Y es para ti, un avaro quien no cede a tu necesidad [la búsqueda placer], es para ti, un mal hombre, quien no concede la gracia de darte a placer lo que pides.

Yo espero, sincero y basto [humilde no tanto], a que el tiempo nos coloque a cada uno en su lugar, no le presto atención al juicio moral, no trato de organizar una teoría lógica que me traiga tranquilidad.

Hoy es una afrenta, una ofensa que no fue pasada por alto, esperaré para el día de mañana el más largo de tus silencios.

Comentarios

Entradas populares