Platón.

─Claro, pues te he dicho que te amo y es cierto, que no vez que hasta me he casado contigo, aún así se te hace increíble.

─Nunca te acercas, nunca me tocas, pareciese que hay una barrera entre tu mano y mi entrepierna.

─Por favor, a que te refieres, pretendes que yo, una persona completamente sana intelectualmente me sumerja en un salvajismo de ese tipo.

─Entonces de que sirve el título y toda la festividad de esta relación aparentemente cercana, si no quieres meter las manos al lodo, figurativamente claro.

─Bueno, pues es que ese tema no me va. Has como quieras.


Dicho lo anterior, el gobernador tomó protesta de una nación casada con una figura ficticia(en un acto falso).

Comentarios

Denis ha dicho que…
Que grande Platón.. felicidades por el blog :) ya soy seguidor!
seria par ami un placer que siguieras el mío tambien :)

http://ztags.blogspot.com

Gracias! un abrazo!

Entradas populares