Me pregunto

Hoy por la mañana mientras tomaba café y veía el telediario, me encontré con la imagen de un viejo estigmatizado. Hablaban acerca de un sicópata que ahora está muerto. No pensé en ese psicópata por un largo tiempo, dediqué uno o dos tragos de melancolía urdida en cafeína a pensar en el grado de maldad que representaba su mirada y sus palabras.

Entonces me fue imposible encontrar verdadera maldad en su mirada, en lugar de ello encontré un niño perdido, encontré alguien que abrumado por los medios disfrutaba de aquella palabrería y que además le encantaba a los medios, era una fascinación mutua, pues digamos que quien se niega a participar en los escenarios guarda silencio, si alguien fuera lo bastante inteligente para querer trascender como un asesino respetable tendría que callar y seguir en la prisión, o escapar, no era mcesesaria tanta palabrería, tanta fama hecha de cuentos públicos. 

Y quizá en el fondo hay un reclamo de los que en verdad fueron, y siguen siendo, lastimados por la culpa de esta persona. Pero no se dan cuenta que este hombre muerto no es mucho peor que tantos vivos en las calles, como tantos otros libres y además admirados que destruyen más vidas con una palabra que las que pudo haber destruido este hombre con su mente "psicópata".

[En resumen]

Yo no veo ningún anticristo a través de esos ojos, tampoco veo al demonio, miro el reflejo del pasado por siempre presente y de palabras interpretadas al antojo de los medios.

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