Dos conejos

Lo raro: encontrarse con un espejo en cualquier parte de la vida, a sabiendas que la gente refleja lo poco que nos queda de humanidad, pero ese no fue el caso. Era un espejo a mitad de la calle, es sentirse en una dimensión distante, en donde el engaño no existe, pues quien se puede esconder frente a su propio reflejo?.

Lo interesante: Saber que existen cosas fugaces capaz de destruir el presente en un minuto, aveces para convertirlo en algo mucho mejor, otras simplemente despedazarlo en un cuadro sin diálogos.

Lo bello: Entenderse a palabras con otro ser, explorar mentes y recuerdos vagando por viejos pensamientos, hasta encender una pequeña mecha que dice -acércate, tómala, bésala- y lo repite en ciclos de miradas largas, de silencios adecuados, haciendo esto una mezcla de ideas que marchan al ritmo del deseo.

Lo Mágico: que el reflejo de la personalidad se muestre en el instante justo en el que se requiere esa idea para comunicarte con migo, contigo, con el universo en un parpadeo.

La toma de la mano, caminan unos pasos, la besa en la mejilla, él se despide y entra al túnel, ella lo mira irse debajo de esas luces neon, la calle vacía, la esperanza se queda en una sonrisa guardada en el bolso de ella, él por su parte atrapó su alma en una foto, que ahora descansa cerca de la chimenea, en donde un par de niños juegan a contar la historia de sus vidas, a crear un universo distante de pastos y montañas largas, lugar en donde dos conejos se empiezan a enamorar.