El hombre que llegará.

Su mirada no era perfecta, Camila se quería pues siempre tomaba fotos y a todos las mostraba sin distinción, Camila no regalaba besos a cualquiera, ni al valiente ni al más galán, Camila quería a ese hombre serio y callado que tomaba apuntes en un cuaderno de universidad, Camila lo espera cada tarde para seguirlo al caminar. Camila lo extrañó cuando dejó de asistir a la escuela pues ese hombre no era para esta tierra ni de este lugar, ese hombre vivía en algún sitio de su furtiva imaginación, quizá en otra época se decía ella misma, tirada en la cama jugaba con sus dedos pensando que era él quien la tocaba. Ya llegará susurraba, ya llegará.